EL MASAJE COMO FUENTE DE SALUD Y UN PLACER PARA TUS SENTIDOS

viernes, 14 de febrero de 2014

Los cítricos y la salud

El ácido citrico que se encuentra en todas las frutas y sus jugos juegan un papel crítico en el proceso alcalinizante del pH. Estas frutas no acidifican como ordinariamente se cree. Esto sucede porque al descomponerse el ácido cítrico en agua y anhídrido carbónico este último pasa al torrente circulatorio sanguíneo y se mezcla con otras sustancias alcalinas también en suspensión en el flujo sanguíneo como son el calcio, el magnesio, el potasio, el sodio, etc, dando pie a la formación de los carbonatos que son sales muy alcalinas. Estos carbonatos participan en la eliminación expedita de los residuos metabólicos como son el ácido úrico y otros residuos metabólicos, reduciendo así la acidez excesiva del pH.


Un organismo crónicamente acidificado tiende a desarrollar enfermedades degenerativas como lo son: obesidad, diabetes, úlceras gástricas y duodenales, artritis, hernias y todo el espectro de problemática cardiovascular. Por lo mismo, la primer estrategia curativa es alcalinizarlo. Esta alcalinización se lleva a cabo con la ingesta en dosis altas de cítricos.

Lo mismo es válido para el tracto gastrointestinal.

Dado lo anterior se tratan las agruras (gastritis) y las úlceras con la ingesta en dosis altas de cítricos, p. ej: medio vaso de jugo de limón disuelto en un vaso de agua o un jugo 124 ( que contiene el jugo de una toronja, dos naranjas y cuatro limones).

Varios estudios han demostrado la conexión que existe entre la Vitamina C y tres cosas:
1º una producción mayor de interferón que activa otros sectores del sistema inmuno
2º células T robustecidas que son las células guerreras del sistema inmuno
3º un incremento en la actividad aniquiladora de estas células naturales.

 La Vitamina C o ácido ascórbico resulta ser también un antioxidante que combate a los radicales libres que son los que causan el envejecimiento y la muerte precoz al atacar en una forma totalmente indiscriminada a todos los tejidos.




viernes, 3 de enero de 2014

La glándula Timo

La glándula timo controla y regula el flujo de energía, poniendo inmediatamente en marcha muchas medidas correctoras que contrarestan los desequilibrios y ayudan a alcanzar un equilibrio y armonía de la energía corporal.

La glándula timo constituye el enlace o eslabón entre la mente y el cuerpo, siendo el primer órgano en verse afectado por las actitudes mentales y el stress; es la sede o asiento de la energía vital.

Una glándula timo sana y activa contribuye a una salud vibrante y positiva.

Cuando esta glándula está activa, el organismo no envejece


El “timo está en la zona central del pecho, detrás del esternón, pegadita al corazón. “. Está justamente en ese sitio en el que apoyamos el dedo cuando le decimos a alguien: ¿Quién… Yo?.”



El timo se desarrolla normalmente hasta la adolescencia, y a partir de ahí empieza a encogerse, a atrofiarse, aunque en realidad sigue funcionando toda la vida.


Pero hay más, mucho más, el enojo y el estrés perturban el equilibrio de los dos hemisferios cerebrales. Desaparece la capacidad de resolver problemas creativamente. Los resultados positivos no llegan, el enojo se hace mayor...
El timo es muy sensible a los estados de ánimo y su vitalidad se ve afectada por el estrés, por la ira, por el amor, por el odio y se activa con la alegría y se aletarga con la tristeza.


El timo está ahí para protegernos de las invasiones de microbios y toxinas poniendo en marcha un ejército de células de defensa, pero también es sensible a luces, colores, olores, sabores, gestos, presiones, vibraciones, sonidos, palabras y actitudes.

Cuando tenemos pensamientos negativos hacemos reaccionar al timo pero, como realmente no se está produciendo ninguna invasión bacteriana, lo único que conseguimos es hacerle trabajar en balde y debilitarlo; sin embargo, los pensamientos positivos lo fortalecen porque se activa pero no pone en marcha sus funciones defensivas.

Ejercitando el timo podemos mantener activo el sistema inmunitario y alejar el peligro de las infecciones, también la estimulación de la glándula timo produce un equilibrio de la actividad entre los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro.



Hay un ejercicio muy antiguo que activa el timo con eficacia y que sólo lleva unos segundos: primero separas los pies de manera que queden a la misma distancia que hay entre los hombros, doblas ligeramente las rodillas apoyando el peso sobre los dedos de los pies y, cuando ya estás en posición, cierras la mano (la que quieras) y te golpeas con los nudillos en el pecho, justo sobre el timo, con un toque fuerte seguido de dos más débiles. Con unas 20 series es suficiente. Esta estimulación vitaliza la glándula, nos protege de las infecciones y estimula otros órganos anexos como el corazón, además de los bronquios y la garganta.

¿NO TE RECUERDA ESTE EJERCICIO AL GESTO DE LA CONTRICCIÓN (A LOS TRADICIONALES “GOLPES DE PECHO”)? EN REALIDAD, EL QUE SE DA GOLPES EN EL PECHO BUSCA SENTIRSE MEJOR, APARTAR ESA PRESIÓN QUE LE GENERA LA CULPA… LO QUE ESTÁ HACIENDO, SIN SABERLO, ES ESTIMULAR EL TIMO

sábado, 14 de diciembre de 2013

10 alimentos para tratar la migraña


Migrañas… La sola palabra ya nos asusta, se trata de un tipo especial de cefalea asociado a un insufrible dolor pulsátil situado comúnmente en una sola parte de la cabeza, nos puede provocar vómitos y nos molesta incluso la luz.



Cuando sufrimos migrañas solemos preferir el silencio de una habitación a oscuras, es un proceso que nos bloquea entre 6 y 48 horas,  y en ocasiones, precede a una serie de síntomas que se conocen como “aura”, indicadores que nos van avisando de la inminente llegada de la migraña.

Posibles causas de la migraña

  • -Suele incidir más en mujeres, y a veces suele aparecer ya en edades muy tempranas.
  • -El factor hereditario tiene bastante peso en la aparición de las migrañas.
  • -La migraña en sí se debe a una actividad cerebral anormal, debido a alteraciones de determinadas vías nerviosas y tejidos circundantes.
  • -El estrés es sin duda un factor que puede ocasionarnos fuertes ataques de migraña.
  • -Problemas en el hígado.
  • -Cambios hormonales.
  • -Problemas en la visión, trabajar a veces muchas horas delante del ordenador.
  • -Mala alimentación.

¿Qué puede desencadenar una migraña?

  • -Una jornada de mucho estrés.
  • -Cambios en nuestros ciclos de sueño.
  • -Ayunar por las mañanas.
  • -Estar mucho rato al sol.
  • -La menstruación, e incluso el uso de píldoras anticonceptivas.
  • -Ciertos alimentos como el cacao, los lácteos… y sobre todo comidas que contengan tiramina (vino rojo, queso curado, pescado, hígados de pollo, higos…
  • -Luces muy brillantes, olores muy fuertes, ruidos o sonidos altos…

Remedios para las Migrañas

Analgésicos naturales

Jenjibre: Es posiblemente el analgésico natural más efectivo que pueda haber, estupendo sin duda para las migrañas. Puedes por ejemplo preparar un té con jengibre dos veces al día, hierve agua y déjalo reposar unos minutos, después lo cuelas y lo ingieres poco a poco.
Menta: es un excelente sedante. Puedes hacerte infusiones con ella, pero un masaje con aceite de menta en el cuello es perfecto para relajarse, inhalar sus vapores también es muy efectivo.
Lavanda, melisa y tila: Todas ellas tienen una acción sedante muy apropiada. Si las combinas y las ingieres cada cinco horas poco a poco verás cómo mejora tu dolor.
Uña de gato: Ideal para la migraña: desinflama y calma el dolor.
Caléndula: Perfecta para relajar y aliviar el dolor. Basta con tomar dos tazas al día, coge un puñado de hojas y calienta ¼ de agua, filtra el líquido y bébelo poco a poco.
Aceite de lavanda: Puedes aplicártelo en la frente con una compresa, es un remedio muy antiguo para aliviar los dolores de las migrañas.

Nutrición adecuada para las migrañas

Vitamina B2: Investigaciones realizadas por la universidad de Bélgica concluyeron que todos aquellos alimentos que incluyen vitamina B2 reducen significativamente el dolor de cabeza. ¿Dónde los encontramos? En aquellos que contienen riboflabina, es decir: las sardinas, las lentejas, el salmón, la lubina, las setas…
Vitamina B6: Necesario para aumentar la serotonina, la cual evita la aparición del dolor. La podemos encontrar en el bacalao, el atún, la trucha, las patatas al horno (con piel), el brócoli, los espárragos, los nabos, los cereales integrales, las semillas de girasol, el salvado
El magnesio. Indispensable. Según muchos estudios cuando sufrimos estrés se bloquea la producción de magnesio, lo cual deriva directamente en el dolor físico, y sobre todo en el dolor de cabeza. ¿Dónde lo podemos encontrar? Toma nota: en la levadura de cerveza, en las pipas de girasol, en las nueces, en el arroz integral, en las castañas secas… También puedes encontrar cápsulas de magnesio en las herboristerías a modo de suplementos que te pueden ayudar a prevenir las migrañas.

Dieta que puedes seguir durante un día para prevenir o aliviar la migraña

  • -En ayunas: Jugo de limón exprimido, nos ayuda a limpiar el organismo.
  • -Desayuno: Una taza de avena y una pieza de fruta.
  • -Comida: Un caldo vegetal, ensalada fresca y salmón.
  • -No olvides beber mucha agua: ello evitará que te deshidrates, especialmente si has vomitado por el dolor de las migrañas.
  • -Cena: verdura al vapor, un sándwich integral y una taza de avena con leche de almendras.
  • -Antes de ir a dormir: una manzana fresca y una infusión anteriormente especificada.

Alimentos que debes evitar

  • -Bebidas azucaradas
  • -Chocolates.
  • -Vino tinto.
  • -Carnes curadas.
  • -Quesos añejos.
  • -Salsa de tomate, aderezos, adobos…
  • -Embutidos.
  • -Bebidas estimulantes.
  • -Leche de vaca entera.
  • -Té negro.
Como conclusión te recomendamos también que incluyas en tu vida una hora al día para realizar algún tipo de ejercicio: ir en bici, andar… así como intentar relajarte un poco más, en ocasiones las migrañas están muy asociadas al factor estrés y de ahí la importancia de replantearnos la vida de un modo más tranquilo.


sábado, 9 de noviembre de 2013

El Grupo Sanguíneo y su Dieta.


Según los investigadores James y Peter D'Adamo la buena o mala asimilación de los alimentos está condicionada por nuestro grupo sanguíneo.

Hasta el punto de que en cada grupo -A, B, AB y O- hay alimentos que son perjudiciales, otros beneficiosos y otros neutros.

Es más, aseguran que muchas enfermedades pueden deberse al mero consumo de alimentos no adecuados para nuestro grupo sanguíneo. Otros, en cambio, nos ayudarían a sanar.

Incluso afirman que en ello está la razón de que muchas personas no consigan adelgazar cuando se ponen a dieta.

En suma, el doctor Landsteiner descubrió la razón de por qué unas personas fallecían después de una transfusión de sangre y otras no: sus sangres no eran compatibles. Desde entonces sabemos que:

Las personas con sangre del tipo 0 son "donadoras universales". Es decir, pueden donar sangre a cualquiera de las que tienen otros tipos de sangre pero sólo pueden recibir la suya propia.

Las personas del tipo AB son "receptoras universales", es decir, pueden recibir sangre de todos los demás pero sólo pueden donar a los de su propio tipo.

Las personas del tipo A pueden recibir sangre de su mismo tipo y del grupo 0 pero no de las de los tipos B y AB. Y puede donar a los de su mismo tipo y a las de tipo AB.

Las personas del tipo B pueden recibir sangre de su mismo tipo y del grupo 0 pero no de las de los tipos A y AB. Y puede donar a los de su mismo tipo y a las de tipo AB.

Investigaciones realizadas le llevarían a concluir que el tipo de sangre predispone a las personas a un tipo de alimentación concreto y distinto en buena medida a las de otros tipos.
E, incluso, que predispone más a unas enfermedades que a otras.
Y no sólo eso: también descubriría que la salud depende, en mucha mayor medida de lo que la gente imagina, de la alimentación.
Es decir, que hay alimentos que actúan positivamente en los organismos de las personas con un determinado tipo de sangre mientras en las personas de otros tipos son perjudiciales.

Y no sólo eso: a su juicio una alimentación no acorde con el tipo de sangre que se tiene es una de las principales causas del sobrepeso u obesidad de muchas personas... y la causa de que no logren adelgazar cuando lo intentan.
Algo que sí conseguirían si dejaran de ingerir los alimentos perjudiciales para su tipo de sangre.

Dicho lo cual hay que aclarar desde ya que el propio autor deja claro que esas conexiones no son radicales.

Es decir, no todos los organismos de las personas del mismo tipo son intolerantes a todos los alimentos ni el grado de sensibilidad es igual en todos al alimento al que son intolerantes.

Las pautas generales que ofrece tras sus años de estudio clínico son pues sólo orientativas.

Téngalo en cuenta.





Características Generales del Tipo 0

Según Peter D'Adamo las personas con sangre del tipo 0 presentan -siempre hablando en general- un sistema inmunitario potente y muy activo, tendencia a una actividad tiroidea lenta, dificultad de adaptación a nuevas condiciones ambientales y nutricionales, bienestar con actividad física o deportiva regular e intensa y un aparato digestivo muy eficiente capaz de metabolizar dietas ricas en proteínas.


Los que no figuran son considerados neutros pero, en general, las personas del tipo 0 deben:

) Consumir frutas y verduras en abundancia pero reducir el consumo de las crucíferas (coliflor, coles de Bruselas, berzas...) y las hortalizas de la familia de las solanáceas (berenjenas, patatas, etc.) excepto los tomates

) Elegir lácteos vegetales.

) Eliminar todo producto que contenga trigo y limitar los que llevan maíz y cereales.

) Evitar las bebidas gaseosas, las colas y el café prefiriendo el té.

) Practicar alguna actividad física de forma regular. Les van mejor los deportes competitivos que requieren intenso esfuerzo físico.

) En presencia de problemas utilizar productos fitoterapéuticos o infusiones de diente de león, menta, olmo, fucus, tila, alholva, regaliz, lúpulo y rosa canina. Y evitar las de equinácea, áloe, bardana, genciana, barba de maíz o ruibarbo.

Cabe añadir que los alimentos que favorecen el aumento de peso en las personas del tipo 0 son el gluten del trigo, el maíz, las judías, las lentejas y las crucíferas (coles, coliflor y coles de Bruselas).
Por el contrario, favorecen la pérdida de peso las algas marinas, la sal yodada (de forma muy moderada), las espinacas y el brócoli.

Características Generales del Tipo A


Las personas con sangre del tipo A presentan según D'Adamo -hablando en general, insistimos- un sistema inmunitario vulnerable, una buena adaptación a condiciones ambientales y nutritivas estables, bienestar con una actividad física o deportiva relajante, un aparato digestivo frágil que tolera mal la carne, la harina de trigo, la leche y los lácteos, y al que le va mejor una dieta vegetariana rica en cereales y legumbres.

Las personas del tipo A deberían pues:

) Basar su dieta en el consumo de fruta, cereales, legumbres y verduras.

) Evitar el consumo de leche y productos lácteos. En cambio, la soja y sus derivados le son particularmente beneficiosos.

) No consumir alimentos precocinados.

) Consumir de forma habitual semillas oleaginosas y frutos secos pero evitando las nueces brasileñas y los pistachos.

) Reducir el consumo de productos a base de harina de trigo.

) Practicar actividades físicas relajantes (yoga, Tai-Chi, bicicleta, natación, excursiones...).

) Utilizar en caso de malestar productos fitoterapéuticos o infusiones de manzanilla, cardo mariano, equinácea, valeriana, áloe, bardana y espino albar pero evitar la barba de maíz y el ruibarbo.

Cabe agregar que los alimentos que favorecen el aumento de peso en las personas del tipo A son las carnes, los alimentos lácteos, las habas y el exceso de trigo favoreciendo el adelgazamiento los vegetales, los aceites vegetales, la soja y la piña.

Características Generales del Tipo B

Las personas con sangre del tipo B presentan según D'Adamo un sistema inmunitario activo, facilidad de adaptación ambiental y nutricional, bienestar con actividades físicas o deportivas moderadas y equilibradas, y un aparato digestivo eficiente que le permite seguir una dieta variada y equilibrada con leche y lácteos pero que posee poca tolerancia a los embutidos, la carne de cerdo, el marisco, las semillas y los frutos secos.

Las normas generales a seguir por las personas del tipo B serían:

) Llevar una dieta variada y equilibrada.

) Consumir abundantes frutas y hortalizas de hoja verde.

) Limitar los productos a base de trigo y maíz.

) Limitar el consumo de semillas y frutos secos.

) Practicar actividades físicas moderadas y equilibradas como los ejercicios aeróbicos, la bicicleta, la natación, el yoga o el tenis.

) Utilizar en caso de malestar productos fitoterapéuticos o infusiones de salvia, menta, ginseng, eleuterococo o regaliz pero evitar las de tila, lúpulo, ruibarbo, áloe, barba de maíz y alholva.

En cuanto a los alimentos que favorecen el aumento de peso en las personas del tipo B son el maíz, las lentejas, los cacahuetes, las semillas de sésamo, el trigo y el trigo sarraceno favoreciendo el adelgazamiento los vegetales de hoja verde, el té de palo dulce.
Generales del Tipo AB

Las personas con sangre del tipo AB presentan según D'Adamo un sistema inmunitario vulnerable, facilidad de adaptación a las condiciones de vida modernas, bienestar con una actividad física o deportiva relajante que exija esfuerzos moderados y un aparato digestivo frágil que precisa una dieta mixta moderada y tolera mal las carnes rojas, la pasta, las alubias y los frutos secos.

Las normas generales a seguir por las personas del tipo B serían:


) Evitar el consumo de productos a base de harina de trigo y limitar el consumo de pasta.


) Consumir frutas -especialmente ciruelas, uvas, piña y frutas del bosque- y hortalizas en abundancia -sobre todo tomate-.

) Preferir las grasas vegetales -primando el aceite de oliva- pero evitar el vinagre.

) Eliminar los encurtidos y la pimienta.

) Preferir las actividades físicas y deportivas relajantes que exijan sólo esfuerzos moderados.

9) En caso de malestar utilizar productos fitoterapéuticos o infusiones de manzanilla, cardo mariano, equinácea, eleuterococo, regaliz o espino blanco pero evitar las de tila, lúpulo, áloe, barba de maíz, alholva y ruibarbo.

Terminamos comentando que los alimentos que favorecen según Peter D'Adamo el aumento de peso en las personas del tipo AB son las carnes rojas, el maíz, el trigo, el trigo sarraceno, las alubias, las judías y las semillas de sésamo mientras favorecen el adelgazamiento las verduras, las algas marinas, la piña y el tofu.

A MODO DE CONCLUSIÓN:

La generalización propuesta es demasiado amplia y probablemente no responda a la realidad individual aunque sí pueda reflejar las "tendencias".
Una posibilidad, por cierto, a la que debería optar toda aquella persona a la que se le ha diagnosticado una enfermedad autoinmune.
Es muy posible que mejoren simplemente eliminando los alimentos a los que su organismo reacciona con virulencia.


Si desea profundizar en este tema sepa que encontrará las conclusiones de Peter D'Adamo publicadas en su obra Los grupos sanguíneos y la alimentación (Ed. J. Vergara).

viernes, 18 de octubre de 2013

¿Que es el ayuno?

"Los alimentos en la convalecencia fortalecen, en la enfermedad debilitan"
(Aforismo Hipocrático)

El organismo sano tiene siempre un depósito de reservas nutritivas necesarias que le ayudan a salir del apuro cuando se encuentra por necesidad durante varios días o semanas sin alimentos.
Durante el ayuno el organismo puede curarse y normalizarse a sí mismo con más rapidez y eficacia. Se pone al día en los retrasos de eliminación de sustancias de desecho y tóxicas y en la reparación de tejidos y órganos.

Con el ayuno el cuerpo no deja de alimentarse ya que se alimenta de sus propias reservas. Se alimenta de su propio interior. Mientras existen reservas almacenadas en el cuerpo hablamos de ayuno. Cuando las reservas se agotan, el cuerpo comienza a digerir las partes y órganos más vitales. Este periodo es conocido como inanición. La inanición no aparece, en una persona con una constitución más o menos normal, antes de las cuatro semanas.

Sólo en personas "consumidas" por un proceso de enfermedad o la anorexia, por ejemplo, el periodo de inanición aparece antes.
Rara vez le damos unas vacaciones al aparato digestivo. Los órganos digestivos se ven sobrecargados de trabajo por el exceso de una alimentación no adecuada. El ayuno es una buena manera de "dar vacaciones" a todos los órganos digestivos, incluidos el hígado y el páncreas.

Los animales y los niños ayunan por instinto, dejan de comer cuando sus energías son necesarias en la desintoxicación y en relación. Ayunan en la enfermedad y en los accidentes.
Cuando hay una crisis de desintoxicación (enfermedad aguda), un dolor físico y también cuando la persona se encuentra cercana a la muerte, son momentos buenos para ayunar. En esos momentos, con frecuencia, no hay ganas de comer, se pierde el apetito. La persona incluso puede incluso sufrir vómitos. El cuerpo rechaza la comida y si comemos aumentamos el sufrimiento.

En la naturaleza, en el medio silvestre o salvaje son muy frecuentes los periodos de ayuno. "Hay un momento para cada cosa, un momento para comer y un momento para ayunar". Los animales que hibernan (oso, marmota, lirón) se pasan largos periodos sin ingerir alimentos, sólo asimilando las sustancias nutritivas acumuladas en sus células, tejidos y órganos. Las semillas asimilan sus propias reservas para germinar o brotar en la primavera.
En el ayuno hay una autolisis, proceso mediante el cual el cuerpo se alimenta de sus propias reservas.

Al contrario de lo que puede parecer, en el ayuno no se pasa hambre. Después de muchos años asesorando ayunantes no he visto que la persona pase hambre. Cuando se mantiene la sensación física de hambre apenas dura más de unas horas. Pocas veces dura 24 a 36 horas como máximo.
En el momento que el cuerpo hecha mano de sus grandes recursos grasos desaparece la sensación de hambre. Más adelante no hay sensación hambre durante el ayuno, aunque algunas personas sienten algo así como "hambre psicológica". Incluso, aunque parezca mentira, hay muchas personas que mientras ayunan disfrutan de ver comer a otros o de hablar de comida o recetas.
Todo depende del carácter de la persona, así como de la predisposición y los motivos para hacer el ayuno.

Por la noche, descansamos, dormimos y ayunamos. Durante el día gastamos nuestra energía en la actividad de vigilia, en el movimiento, en la actividad laboral, en nuestros problemas emocionales, en nuestros pensamientos, etc. Por la noche el cuerpo descansa y toda la energía de esas horas de reposo y ayuno se dirige hacia la recuperación, eliminación, y regeneración de lo gastado durante el día.

El cuerpo se gasta y se consume de día, y se recupera de noche. Durante la noche, las fuerzas formadoras regeneran y reconstruyen el organismo.
Los niños pequeños que necesitan mucha energía para sus procesos metabólicos y de crecimiento, duermen mucho. El cuerpo recupera en el descanso de la noche lo que gastamos y "enfermamos" durante el día, y durante ese periodo el cuerpo descansa físicamente, y también descansa fisiológicamente.
Proceso éste último que conocemos como periodo de ayuno y que termina con el desayuno (des-ayuno).

Por la noche trabajan más las fuerzas de desintoxicación y regeneración, durante el día las fuerzas orgánicas están centradas en otras actividades: el movimiento, el trabajo, la relación con el mundo que nos rodea, la relación con los demás (incluidas las relaciones sexuales).

Cuando hablamos de ayuno nos referimos al periodo en el que nos mantenemos a agua, sin ninguna ingestión de otros alimentos. No olvidemos, de todas maneras, que el agua es una forma de "alimento".
Si nos mantenemos a frutas o zumos hablaríamos de dietas de frutas o zumos. Y si nos mantenemos a frutas y ensaladas (con verduras crudas) hablaríamos de una dieta de desintoxicación.

viernes, 4 de octubre de 2013

¿Sabés lo que es la ansiedad?

Es una sensación propia de cada persona, comparable al desasosiego, inquietud, aprensión, temor, incertidumbre, desamparo o premonición de peligro.

CAUSAS

Los trastornos sicológicos y siquiátricos se caracterizan muy frecuentemente por un miedo oculto, la ansiedad propiamente es el tipo de “miedo a lo desconocido”, el cual desencadena todas las demás reacciones.(inhibiciones, represiones, disociaciones, angustias...).

Cuando la persona tiene un temor a algo conocido, a algo que amenaza de una manera real su integridad, hablamos propiamente de miedo.

Para Freud las anomalías y trastornos de la vida sexual del paciente, constituyen la causa fundamental de la ansiedad, una falla en la descarga normal de la energía libidinal en la actividad sexual provocaba la sensación de ansiedad. Freud propuso como explicación de la ansiedad al mecanismo de la represión.

H. S, Sullivan opina que la ansiedad se produce en los seres humanos desde la niñez por la necesidad de obtener la aprobación de las figuras adultas.

Erich From opina que la ansiedad nace del conflicto del ser humano entre la necesidad de protección y aprobación y la necesidad de ser independiente (mas típico en la crisis de la adolescencia).

SIGNOS Y SÍNTOMAS DE LA PERSONA CON ANSIEDAD.

La ansiedad afecta todo el organismo, en su esfera física y síquica.

La persona puede sentir malestar general, aprensión, premonición de peligros, desastres y desintegración, acompañados con:

Tensión muscular (rigidez, temblores, debilidad, voz temblorosa)

Trastornos cardiovasculares (palpitaciones, bochornos, palidez, bajas de la presión, etc.)

Molestias digestivas (náuseas, vómito, diarrea, etc.)

Síntomas respiratorios (respiración agitada, profunda, rápida, irregular, etc.)

Trastornos urinarios (va frecuentemente al baño).

Trastornos del sueño (lo mas frecuente es el insomnio)

Muchas personas no se dan cuenta de que son ansiosas, no son conscientes del problema y se quejan de una cantidad de síntomas y signos imprecisos y muchas veces mal definidos.

En la actualidad se encuentran muy frecuentemente personas con crisis de ansiedad intensa, con palpitaciones, dificultad para respirar, dolor toráxico, sudoración excesiva, mareos, etc., las cuales han sido definidas con el término “ataques o crisis de pánico”. Estas crisis duran pocos segundos o minutos, al principio surgen sin causa aparente, con el tiempo se vuelven reacciones a ciertos factores ambientales y se habla de “crisis de pánico situacionales”

La ansiedad como síntoma se encuentra en la raíz de muchos problemas denominados en otro tiempo por la medicina como sicosomáticos, pero puede estar también dentro de algunas enfermedades mentales.

viernes, 13 de septiembre de 2013

¿Verduras frescas, congeladas o de bote?‏

Comer verduras es bueno para la salud por muchas razones, y sobre todo, debido a los antioxidantes, que son unas sustancias que producen para protegerse de las moléculas agresivas del entorno, los radicales libres. Al comer verduras nos estamos beneficiando del efecto protector de los antioxidantes contra los radicales libres producidos por nuestro propio cuerpo o procedentes del entorno (contaminación, humo de cigarrillos, toxinas de los alimentos…).

Un exceso de radicales libres en el cuerpo o una falta de antioxidantes naturales favorece la destrucción celular y, por tanto, el envejecimiento y la aparición de enfermedades. Los radicales libres pueden producir la muerte de las células del cerebro, las neuronas, provocando enfermedades neurodegenerativas (enfermedades ligadas a la destrucción de las células nerviosas) como por ejemplo el Parkinson, que provoca temblores, ya que el cerebro no es capaz de controlar bien las extremidades.

Cuanto más mayores nos hacemos, más intensa se vuelve la acción de los radicales libres, haciendo aún más necesario el consumo de antioxidantes en nuestra alimentación.

En cualquier caso, la cuestión es saber de qué forma se deben consumir las verduras para obtener un aporte mayor de antioxidantes.

Como podrá imaginar, contienen su nivel máximo de antioxidantes en el momento en el que están maduras y se recolectan. Pero muy pocos tenemos la oportunidad de alimentarnos directamente de un huerto en todas las estaciones del año. Y de todas maneras, muchas verduras no pueden tomarse crudas (berenjenas, judías verdes, coles de Bruselas…). Por ello también es importante tener en cuenta el efecto de la cocción sobre los antioxidantes.

Le presento una información útil procedente de un gran estudio publicado en 2009 en la revista “Food Research Internacional”, en el que tres investigadoras españolas de la Universidad de Murcia examinaron 24 verduras de consumo habitual según los procesos que seguían en la vida real del consumidor: frescas y conservadas en la nevera a 4ºC; congeladas a -20ºC, y, por último, guardadas en botes de conserva durante un periodo de 18 meses.

Las verduras objeto del estudio son las que se suelen encontrar en el supermercado, como alcachofas, espárragos, alubias, remolacha, brócoli, coles de Bruselas, zanahorias, coliflor, apio, pepinos, berenjenas, escarola, ajo, judías verdes, puerro, lechuga, maíz, cebollas, guisantes, rábano, espinacas, acelgas, calabacín y pimiento (sin precisar el color). Se echa de menos en el estudio a un gran ausente: el tomate.

Nota para eruditos: aunque en Botánica las verduras y las hortalizas son dos grupos distintos, en Alimentación todo se considera verduras, por lo que así aparecen nombradas en el estudio.

Frescas, la mejor opción

Cuando están frescas, todas las verduras tienen muy buenos antioxidantes. No obstante, se pueden distinguir tres grupos:

En primer lugar, las que tienen un gran poder de inhibición de los radicales libres, superior al 75%. Son la remolacha, las espinacas, las acelgas, las alubias y las alcachofas, o dicho de otra manera, las de color oscuro, que lo son debido a las partículas de color que contienen, que por lo general son antioxidantes.

A continuación se encuentra el grueso del grupo, con un poder de inhibición de los radicales libres comprendido entre el 50 y el 75%. Se trata del ajo, la escarola, las coles de Bruselas, los guisantes, el maíz, el brócoli, el calabacín, la berenjena, las zanahorias, las cebollas, los espárragos, la lechuga, el apio, los pepinos, las judías verdes y el rábano.

Por último, el tercer grupo tiene un poder antioxidante más débil, comprendido entre el 25 y el 50%. Se trata de la coliflor, el puerro y el pimiento.

Pero el fin de este estudio consistía en comparar lo que ocurre una vez que las hemos comprado y las guardamos en casa.

A algunas verduras no les afecta el modo de conservación

El primer descubrimiento, asombroso, es que a algunas verduras no les afecta la forma de conservación.

Por eso, aunque las guarde en la nevera, o congeladas o las consuma en conserva, siempre van a tener el mismo poder antioxidante. Se trata de las alcachofas, los pepinos, la escarola, las berenjenas, las cebollas, los calabacines, el rábano, los pimientos y, curiosamente, la lechuga, la cual todavía no he visto ni en bote de conserva ni congelada.

¿Qué ocurre en la nevera?

Esta forma de conservación es eficaz, pero únicamente para un día, ya que las verduras sólo pierden de esta manera entre un 0,3 y un 0,8% de su capacidad antioxidante, a excepción -y es un dato importante- de los pepinos y los calabacines, que pierden entre el 24 y el 34% de su capacidad antioxidante desde el primer día.

Después de 7 días en la nevera, algunas verduras como el brócoli, las coles de Bruselas y los puerros han perdido entre el 30 y el 40% de su acción antioxidante.

Las verduras congeladas

Tras estar congelado únicamente un día, el brócoli pierde el 15,1% de sus propiedades antioxidantes, las acelgas el 20%, las judías verdes el 23% y los guisantes el 26%.

Después de 8 meses congelados, los espárragos han perdido el 40% de su actividad antioxidante, el brócoli el 48%, las coles de Bruselas el 31%, las espinacas el 21% y el ajo el 19%.

Queda demostrado entonces que congelar no resulta tan bueno para salvaguardar las propiedades nutritivas de las verduras como se pensaba desde hace tiempo. Y que incluso estando en el congelador es importante no tardar en consumirlas.

Las conservas

Aunque los fabricantes añadan a menudo antioxidantes como la vitamina C (ácido ascórbico) y el ácido cítrico para mejorar su conservación, algunas verduras, como el apio, pierden hasta el 100% de su capacidad antioxidante cuando se guardan en conserva. La remolacha pierde el 64%, los guisantes el 46%, las espinacas el 32%, las acelgas y las alubias el 29%, los espárragos el 25% y las judías verdes el 13%. El ajo pierde el 60%.

Por consiguiente, en conserva es la peor forma de consumir verduras (al menos en cuanto a lo que se refiere a sus propiedades antioxidantes). Y da lo mismo que estén en conserva 1 día que 18 meses, porque todo el poder antioxidante que tenían que perder lo pierden desde el primer momento… ¡así que la única “ventaja” de esta forma de consumirlas es que pasar mucho o poco tiempo en conserva no cambia prácticamente nada!

¡A su salud!