Según
los investigadores James y Peter D'Adamo la buena o mala asimilación
de los alimentos está condicionada por nuestro grupo
sanguíneo.
Hasta el punto de que en cada grupo -A, B, AB y O- hay alimentos que son perjudiciales, otros beneficiosos y otros neutros.
Es más, aseguran que muchas enfermedades pueden deberse al mero consumo de alimentos no adecuados para nuestro grupo sanguíneo. Otros, en cambio, nos ayudarían a sanar.
Incluso afirman que en ello está la razón de que muchas personas no consigan adelgazar cuando se ponen a dieta.
En suma, el doctor Landsteiner descubrió la razón de por qué unas personas fallecían después de una transfusión de sangre y otras no: sus sangres no eran compatibles. Desde entonces sabemos que:
Las personas con sangre del tipo 0 son "donadoras universales". Es decir, pueden donar sangre a cualquiera de las que tienen otros tipos de sangre pero sólo pueden recibir la suya propia.
Las personas del tipo AB son "receptoras universales", es decir, pueden recibir sangre de todos los demás pero sólo pueden donar a los de su propio tipo.
Las personas del tipo A pueden recibir sangre de su mismo tipo y del grupo 0 pero no de las de los tipos B y AB. Y puede donar a los de su mismo tipo y a las de tipo AB.
Las personas del tipo B pueden recibir sangre de su mismo tipo y del grupo 0 pero no de las de los tipos A y AB. Y puede donar a los de su mismo tipo y a las de tipo AB.
Investigaciones realizadas le llevarían a concluir que el tipo de sangre predispone a las personas a un tipo de alimentación concreto y distinto en buena medida a las de otros tipos.
E, incluso, que predispone más a unas enfermedades que a otras.
Y no sólo eso: también descubriría que la salud depende, en mucha mayor medida de lo que la gente imagina, de la alimentación.
Es decir, que hay alimentos que actúan positivamente en los organismos de las personas con un determinado tipo de sangre mientras en las personas de otros tipos son perjudiciales.
Y no sólo eso: a su juicio una alimentación no acorde con el tipo de sangre que se tiene es una de las principales causas del sobrepeso u obesidad de muchas personas... y la causa de que no logren adelgazar cuando lo intentan.
Algo que sí conseguirían si dejaran de ingerir los alimentos perjudiciales para su tipo de sangre.
Dicho lo cual hay que aclarar desde ya que el propio autor deja claro que esas conexiones no son radicales.
Es decir, no todos los organismos de las personas del mismo tipo son intolerantes a todos los alimentos ni el grado de sensibilidad es igual en todos al alimento al que son intolerantes.
Las pautas generales que ofrece tras sus años de estudio clínico son pues sólo orientativas.
Téngalo en cuenta.
Hasta el punto de que en cada grupo -A, B, AB y O- hay alimentos que son perjudiciales, otros beneficiosos y otros neutros.
Es más, aseguran que muchas enfermedades pueden deberse al mero consumo de alimentos no adecuados para nuestro grupo sanguíneo. Otros, en cambio, nos ayudarían a sanar.
Incluso afirman que en ello está la razón de que muchas personas no consigan adelgazar cuando se ponen a dieta.
En suma, el doctor Landsteiner descubrió la razón de por qué unas personas fallecían después de una transfusión de sangre y otras no: sus sangres no eran compatibles. Desde entonces sabemos que:
Las personas con sangre del tipo 0 son "donadoras universales". Es decir, pueden donar sangre a cualquiera de las que tienen otros tipos de sangre pero sólo pueden recibir la suya propia.
Las personas del tipo AB son "receptoras universales", es decir, pueden recibir sangre de todos los demás pero sólo pueden donar a los de su propio tipo.
Las personas del tipo A pueden recibir sangre de su mismo tipo y del grupo 0 pero no de las de los tipos B y AB. Y puede donar a los de su mismo tipo y a las de tipo AB.
Las personas del tipo B pueden recibir sangre de su mismo tipo y del grupo 0 pero no de las de los tipos A y AB. Y puede donar a los de su mismo tipo y a las de tipo AB.
Investigaciones realizadas le llevarían a concluir que el tipo de sangre predispone a las personas a un tipo de alimentación concreto y distinto en buena medida a las de otros tipos.
E, incluso, que predispone más a unas enfermedades que a otras.
Y no sólo eso: también descubriría que la salud depende, en mucha mayor medida de lo que la gente imagina, de la alimentación.
Es decir, que hay alimentos que actúan positivamente en los organismos de las personas con un determinado tipo de sangre mientras en las personas de otros tipos son perjudiciales.
Y no sólo eso: a su juicio una alimentación no acorde con el tipo de sangre que se tiene es una de las principales causas del sobrepeso u obesidad de muchas personas... y la causa de que no logren adelgazar cuando lo intentan.
Algo que sí conseguirían si dejaran de ingerir los alimentos perjudiciales para su tipo de sangre.
Dicho lo cual hay que aclarar desde ya que el propio autor deja claro que esas conexiones no son radicales.
Es decir, no todos los organismos de las personas del mismo tipo son intolerantes a todos los alimentos ni el grado de sensibilidad es igual en todos al alimento al que son intolerantes.
Las pautas generales que ofrece tras sus años de estudio clínico son pues sólo orientativas.
Téngalo en cuenta.
Características
Generales del Tipo 0
Según Peter D'Adamo las personas con sangre del tipo 0 presentan -siempre hablando en general- un sistema inmunitario potente y muy activo, tendencia a una actividad tiroidea lenta, dificultad de adaptación a nuevas condiciones ambientales y nutricionales, bienestar con actividad física o deportiva regular e intensa y un aparato digestivo muy eficiente capaz de metabolizar dietas ricas en proteínas.
Los que no figuran son considerados neutros pero, en general, las personas del tipo 0 deben:
) Consumir frutas y verduras en abundancia pero reducir el consumo de las crucíferas (coliflor, coles de Bruselas, berzas...) y las hortalizas de la familia de las solanáceas (berenjenas, patatas, etc.) excepto los tomates
) Elegir lácteos vegetales.
) Eliminar todo producto que contenga trigo y limitar los que llevan maíz y cereales.
) Evitar las bebidas gaseosas, las colas y el café prefiriendo el té.
) Practicar alguna actividad física de forma regular. Les van mejor los deportes competitivos que requieren intenso esfuerzo físico.
) En presencia de problemas utilizar productos fitoterapéuticos o infusiones de diente de león, menta, olmo, fucus, tila, alholva, regaliz, lúpulo y rosa canina. Y evitar las de equinácea, áloe, bardana, genciana, barba de maíz o ruibarbo.
Cabe añadir que los alimentos que favorecen el aumento de peso en las personas del tipo 0 son el gluten del trigo, el maíz, las judías, las lentejas y las crucíferas (coles, coliflor y coles de Bruselas).
Por el contrario, favorecen la pérdida de peso las algas marinas, la sal yodada (de forma muy moderada), las espinacas y el brócoli.
Según Peter D'Adamo las personas con sangre del tipo 0 presentan -siempre hablando en general- un sistema inmunitario potente y muy activo, tendencia a una actividad tiroidea lenta, dificultad de adaptación a nuevas condiciones ambientales y nutricionales, bienestar con actividad física o deportiva regular e intensa y un aparato digestivo muy eficiente capaz de metabolizar dietas ricas en proteínas.
Los que no figuran son considerados neutros pero, en general, las personas del tipo 0 deben:
) Consumir frutas y verduras en abundancia pero reducir el consumo de las crucíferas (coliflor, coles de Bruselas, berzas...) y las hortalizas de la familia de las solanáceas (berenjenas, patatas, etc.) excepto los tomates
) Elegir lácteos vegetales.
) Eliminar todo producto que contenga trigo y limitar los que llevan maíz y cereales.
) Evitar las bebidas gaseosas, las colas y el café prefiriendo el té.
) Practicar alguna actividad física de forma regular. Les van mejor los deportes competitivos que requieren intenso esfuerzo físico.
) En presencia de problemas utilizar productos fitoterapéuticos o infusiones de diente de león, menta, olmo, fucus, tila, alholva, regaliz, lúpulo y rosa canina. Y evitar las de equinácea, áloe, bardana, genciana, barba de maíz o ruibarbo.
Cabe añadir que los alimentos que favorecen el aumento de peso en las personas del tipo 0 son el gluten del trigo, el maíz, las judías, las lentejas y las crucíferas (coles, coliflor y coles de Bruselas).
Por el contrario, favorecen la pérdida de peso las algas marinas, la sal yodada (de forma muy moderada), las espinacas y el brócoli.
Características
Generales del Tipo A
Las personas con sangre del tipo A presentan según D'Adamo -hablando en general, insistimos- un sistema inmunitario vulnerable, una buena adaptación a condiciones ambientales y nutritivas estables, bienestar con una actividad física o deportiva relajante, un aparato digestivo frágil que tolera mal la carne, la harina de trigo, la leche y los lácteos, y al que le va mejor una dieta vegetariana rica en cereales y legumbres.
Las personas del tipo A deberían pues:
) Basar su dieta en el consumo de fruta, cereales, legumbres y verduras.
) Evitar el consumo de leche y productos lácteos. En cambio, la soja y sus derivados le son particularmente beneficiosos.
) No consumir alimentos precocinados.
) Consumir de forma habitual semillas oleaginosas y frutos secos pero evitando las nueces brasileñas y los pistachos.
) Reducir el consumo de productos a base de harina de trigo.
) Practicar actividades físicas relajantes (yoga, Tai-Chi, bicicleta, natación, excursiones...).
) Utilizar en caso de malestar productos fitoterapéuticos o infusiones de manzanilla, cardo mariano, equinácea, valeriana, áloe, bardana y espino albar pero evitar la barba de maíz y el ruibarbo.
Cabe agregar que los alimentos que favorecen el aumento de peso en las personas del tipo A son las carnes, los alimentos lácteos, las habas y el exceso de trigo favoreciendo el adelgazamiento los vegetales, los aceites vegetales, la soja y la piña.
Las personas con sangre del tipo A presentan según D'Adamo -hablando en general, insistimos- un sistema inmunitario vulnerable, una buena adaptación a condiciones ambientales y nutritivas estables, bienestar con una actividad física o deportiva relajante, un aparato digestivo frágil que tolera mal la carne, la harina de trigo, la leche y los lácteos, y al que le va mejor una dieta vegetariana rica en cereales y legumbres.
Las personas del tipo A deberían pues:
) Basar su dieta en el consumo de fruta, cereales, legumbres y verduras.
) Evitar el consumo de leche y productos lácteos. En cambio, la soja y sus derivados le son particularmente beneficiosos.
) No consumir alimentos precocinados.
) Consumir de forma habitual semillas oleaginosas y frutos secos pero evitando las nueces brasileñas y los pistachos.
) Reducir el consumo de productos a base de harina de trigo.
) Practicar actividades físicas relajantes (yoga, Tai-Chi, bicicleta, natación, excursiones...).
) Utilizar en caso de malestar productos fitoterapéuticos o infusiones de manzanilla, cardo mariano, equinácea, valeriana, áloe, bardana y espino albar pero evitar la barba de maíz y el ruibarbo.
Cabe agregar que los alimentos que favorecen el aumento de peso en las personas del tipo A son las carnes, los alimentos lácteos, las habas y el exceso de trigo favoreciendo el adelgazamiento los vegetales, los aceites vegetales, la soja y la piña.
Características
Generales del Tipo B
Las personas con sangre del tipo B presentan según D'Adamo un sistema inmunitario activo, facilidad de adaptación ambiental y nutricional, bienestar con actividades físicas o deportivas moderadas y equilibradas, y un aparato digestivo eficiente que le permite seguir una dieta variada y equilibrada con leche y lácteos pero que posee poca tolerancia a los embutidos, la carne de cerdo, el marisco, las semillas y los frutos secos.
Las normas generales a seguir por las personas del tipo B serían:
) Llevar una dieta variada y equilibrada.
) Consumir abundantes frutas y hortalizas de hoja verde.
) Limitar los productos a base de trigo y maíz.
) Limitar el consumo de semillas y frutos secos.
) Practicar actividades físicas moderadas y equilibradas como los ejercicios aeróbicos, la bicicleta, la natación, el yoga o el tenis.
) Utilizar en caso de malestar productos fitoterapéuticos o infusiones de salvia, menta, ginseng, eleuterococo o regaliz pero evitar las de tila, lúpulo, ruibarbo, áloe, barba de maíz y alholva.
En cuanto a los alimentos que favorecen el aumento de peso en las personas del tipo B son el maíz, las lentejas, los cacahuetes, las semillas de sésamo, el trigo y el trigo sarraceno favoreciendo el adelgazamiento los vegetales de hoja verde, el té de palo dulce.
Las personas con sangre del tipo B presentan según D'Adamo un sistema inmunitario activo, facilidad de adaptación ambiental y nutricional, bienestar con actividades físicas o deportivas moderadas y equilibradas, y un aparato digestivo eficiente que le permite seguir una dieta variada y equilibrada con leche y lácteos pero que posee poca tolerancia a los embutidos, la carne de cerdo, el marisco, las semillas y los frutos secos.
Las normas generales a seguir por las personas del tipo B serían:
) Llevar una dieta variada y equilibrada.
) Consumir abundantes frutas y hortalizas de hoja verde.
) Limitar los productos a base de trigo y maíz.
) Limitar el consumo de semillas y frutos secos.
) Practicar actividades físicas moderadas y equilibradas como los ejercicios aeróbicos, la bicicleta, la natación, el yoga o el tenis.
) Utilizar en caso de malestar productos fitoterapéuticos o infusiones de salvia, menta, ginseng, eleuterococo o regaliz pero evitar las de tila, lúpulo, ruibarbo, áloe, barba de maíz y alholva.
En cuanto a los alimentos que favorecen el aumento de peso en las personas del tipo B son el maíz, las lentejas, los cacahuetes, las semillas de sésamo, el trigo y el trigo sarraceno favoreciendo el adelgazamiento los vegetales de hoja verde, el té de palo dulce.
Generales
del Tipo AB
Las personas con sangre del tipo AB presentan según D'Adamo un sistema inmunitario vulnerable, facilidad de adaptación a las condiciones de vida modernas, bienestar con una actividad física o deportiva relajante que exija esfuerzos moderados y un aparato digestivo frágil que precisa una dieta mixta moderada y tolera mal las carnes rojas, la pasta, las alubias y los frutos secos.
Las normas generales a seguir por las personas del tipo B serían:
) Evitar el consumo de productos a base de harina de trigo y limitar el consumo de pasta.
) Consumir frutas -especialmente ciruelas, uvas, piña y frutas del bosque- y hortalizas en abundancia -sobre todo tomate-.
) Preferir las grasas vegetales -primando el aceite de oliva- pero evitar el vinagre.
) Eliminar los encurtidos y la pimienta.
) Preferir las actividades físicas y deportivas relajantes que exijan sólo esfuerzos moderados.
9) En caso de malestar utilizar productos fitoterapéuticos o infusiones de manzanilla, cardo mariano, equinácea, eleuterococo, regaliz o espino blanco pero evitar las de tila, lúpulo, áloe, barba de maíz, alholva y ruibarbo.
Terminamos comentando que los alimentos que favorecen según Peter D'Adamo el aumento de peso en las personas del tipo AB son las carnes rojas, el maíz, el trigo, el trigo sarraceno, las alubias, las judías y las semillas de sésamo mientras favorecen el adelgazamiento las verduras, las algas marinas, la piña y el tofu.
A MODO DE CONCLUSIÓN:
La generalización propuesta es demasiado amplia y probablemente no responda a la realidad individual aunque sí pueda reflejar las "tendencias".
Una posibilidad, por cierto, a la que debería optar toda aquella persona a la que se le ha diagnosticado una enfermedad autoinmune.
Es muy posible que mejoren simplemente eliminando los alimentos a los que su organismo reacciona con virulencia.
Si desea profundizar en este tema sepa que encontrará las conclusiones de Peter D'Adamo publicadas en su obra Los grupos sanguíneos y la alimentación (Ed. J. Vergara).
Las personas con sangre del tipo AB presentan según D'Adamo un sistema inmunitario vulnerable, facilidad de adaptación a las condiciones de vida modernas, bienestar con una actividad física o deportiva relajante que exija esfuerzos moderados y un aparato digestivo frágil que precisa una dieta mixta moderada y tolera mal las carnes rojas, la pasta, las alubias y los frutos secos.
Las normas generales a seguir por las personas del tipo B serían:
) Evitar el consumo de productos a base de harina de trigo y limitar el consumo de pasta.
) Consumir frutas -especialmente ciruelas, uvas, piña y frutas del bosque- y hortalizas en abundancia -sobre todo tomate-.
) Preferir las grasas vegetales -primando el aceite de oliva- pero evitar el vinagre.
) Eliminar los encurtidos y la pimienta.
) Preferir las actividades físicas y deportivas relajantes que exijan sólo esfuerzos moderados.
9) En caso de malestar utilizar productos fitoterapéuticos o infusiones de manzanilla, cardo mariano, equinácea, eleuterococo, regaliz o espino blanco pero evitar las de tila, lúpulo, áloe, barba de maíz, alholva y ruibarbo.
Terminamos comentando que los alimentos que favorecen según Peter D'Adamo el aumento de peso en las personas del tipo AB son las carnes rojas, el maíz, el trigo, el trigo sarraceno, las alubias, las judías y las semillas de sésamo mientras favorecen el adelgazamiento las verduras, las algas marinas, la piña y el tofu.
A MODO DE CONCLUSIÓN:
La generalización propuesta es demasiado amplia y probablemente no responda a la realidad individual aunque sí pueda reflejar las "tendencias".
Una posibilidad, por cierto, a la que debería optar toda aquella persona a la que se le ha diagnosticado una enfermedad autoinmune.
Es muy posible que mejoren simplemente eliminando los alimentos a los que su organismo reacciona con virulencia.
Si desea profundizar en este tema sepa que encontrará las conclusiones de Peter D'Adamo publicadas en su obra Los grupos sanguíneos y la alimentación (Ed. J. Vergara).